EXTREMADURA CON AMOR PROPIO

El pueblo extremeño está harto de estereotipos y prejuicios. Reivindicamos nuestra tierra y luchamos para mejorar su presente y su futuro. Queremos un 8 de septiembre que vaya más allá de los recuerdos de la infancia de los emigrantes extremeños, de compartir el amor por nuestra gastronomía y naturaleza en las redes sociales y de los habituales lamentos por el estado de nuestras conexiones ferroviarias o el abandono de nuestros pueblos. Un 8S más consciente, más reivindicativo, más crítico y activo, que nos empodere colectivamente.

Un 8S lleno de memoria democrática extremeña (y extremeñista). Para redescubrir nuestras lenguas a través de la poesía de Chamizo y de Gabriel Galán, pero también junto a la sociedad civil que se organiza para preservar nuestro patrimonio cultural. Para encontrar, reconocer y dar paz a quienes se opusieron a los caciques y señoritos del pasado reclamando la tierra que trabajaban en la histórica victoria que recordamos cada 25 de marzo. Para que el nombre de Antonio Elviro Berdeguer resuene cada vez más en cada calle y en cada casa de la tierra que amó y defendió. Para poner rostro de mujer a la memoria y honrar a aquellas que enfrentaron la impunidad y el silencio impuesto. Para frenar el olvido de quienes protagonizaron las emigraciones pasadas y conectar con la juventud que todavía hoy es expulsada de su hogar por la falta de oportunidades.

Un 8S que apele a nuestros pueblos y escuche las demandas del medio rural. Para gritar que ser pocos, jamás debe significar tener menos derechos y servicios. Para que elegir entre irse o quedarse sea una elección libre y hacer del retorno a la tierrina una opción de vida realista. Para que la igualdad de género real sea un objetivo prioritario en el campo y sigamos plantando cara a las violencias machistas en cada rincón del país. Para que odios y fobias artificiales no impidan la unión de municipios y el fortalecimiento de las comarcas en nuestra extensa Extremadura. Para promover una agricultura y una ganadería dignas, con condiciones laborales y precios justos, innovando para hacer frente a la emergencia climática y fortaleciendo la cultura de lo extensivo frente a lo intensivo.

Un 8S que defienda nuestra soberanía y luche contra el extractivismo. Para que la apuesta por las energías renovables no suponga el enriquecimiento de unos pocos a costa de la destrucción de nuestro paisaje natural y agrícola. Para salvaguardar nuestras aguas de políticas irresponsable que llevan al derroche. Para que las multinacionales mineras dejen de intentar agujerear Extremadura sin responsabilidad con la tierra, jugando con la salud y el bienestar de extremeños y extremeñas, poniendo en peligro nuestro patrimonio natural e histórico.

Extremeñería reivindica un 8S del pueblo: social, cívico y reivindicativo. Sin duda, defendemos con ahínco el valor de las celebraciones del 25 de marzo o del 25 de febrero, pero creemos que no podemos perder ninguna oportunidad para la movilización y el empoderamiento del pueblo extremeño. Por ello, hacemos un llamamiento a la sociedad extremeña y sus instituciones para que doten a este día de un contenido digno de la historia, las tradiciones y la cultura de Extremadura y que contribuya a fortalecer la autoestima colectiva de nuestro pueblo.