Hoy hace 40 años que se comenzó a escribir nuestra historia sobre las bases de la democracia y la descentralización. Ganamos alas para volar y libertad de decisión sobre lo que nos afecta y podemos cambiar.
Un 25 de febrero de 1983 se aprobó nuestro Estatuto de Autonomía, un instrumento que debe estar vivo para adaptarse a los cambios y ser útil para el pueblo extremeño y nuestra realidad política, social y cultural.
Desde Extremeñería celebramos y reivindicamos la importancia del Autogobierno y la defensa de unos servicios públicos de calidad para toda la sociedad extremeña, en pro de su desarrollo sostenible y el bienestar de sus personas.
#40AñosEstatuto de Extremadura.
Preámbulo: «Un pueblo, sí, pero un pueblo de ciudadanos libres e iguales. Ese es el fundamento sobre el que este Estatuto de Autonomía de 1983 encarna contemporáneamente el deseo de autogobierno de los extremeños, la dignidad irrenunciable de unos ciudadanos que deciden por sí mismos asumir el reto propuesto por la Constitución y rebelarse contra una larga historia de dependencia e insignificancia política.»
Artículo 1.4.: «Son elementos diferenciales de Extremadura, y han de orientar la actuación de los poderes públicos, la vitalidad de su reciente identidad colectiva, la calidad de su medioambiente y su patrimonio cultural, el predominio del mundo rural, su proyección en Portugal e Iberoamérica, los condicionantes históricos de su desarrollo socioeconómico y la baja densidad de su población y su dispersión, entendida como dificultad relativa de acceso a los servicios y equipamientos generales. Los poderes públicos adoptarán las medidas necesarias para evitar que de tales diferencias se deriven desigualdades frente al conjunto del Estado y para corregir las existentes.»
Artículo 7. 2.: «Fomentarán los valores de los extremeños y el afianzamiento de su identidad a través de la investigación, desarrollo y difusión de los rasgos sociales, históricos, lingüísticos y culturales de Extremadura en toda su variedad y extensión con especial atención al rico patrimonio de las formas tradicionales de la vida de los pueblos, en un marco irrenunciablede pleno desarrollo socioeconómico rural.»
Artículo 7.7.: «Perseguirán un modelo de desarrollo sostenible y cuidarán de la preservación y mejora de la calidad medioambiental y la biodiversidad de la región, con especial atención a sus ecosistemas característicos, como la dehesa. Asimismo, sus políticas contribuirán proporcionadamente a los objetivos establecidos en los acuerdos internacionales sobre lucha contra el cambio climático.»