Emigración y memoria: Extremadura lleva “exportando” personas desde hace mucho tiempo, ya es hora de que ello se traduzca en beneficio regional. Los extremeños de fuera -da igual su edad- han de reconectar con la tierra que los vio nacer y ser tenidos en cuenta en la planificación del proyecto regional. No podemos permitirnos la ruptura del arraigo. La emigración forma parte de la identidad extremeña y su reconocimiento es esencial para ahondar en valores como la solidaridad interterritorial, la convivencia, la experiencia de vida o la memoria democrática.
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