Extremeños sin silla
Se llama Lázaro Sánchez, es mi tío materno y yo, que siempre tuve un espíritu humanista, le admiraba sobremanera ya desde niño. Con 16 años salió del pueblo rumbo “hacia el norte”, como muchas otras personas de la tierra. Fue recorriendo diferentes paradas en busca de unas oportunidades que eran impensables en el lugar de…
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